La tela no tejida para la fabricación de colchones se utiliza para proteger los muelles. Evita que el colchón se deforme, es suave y permite un posicionamiento ergonómico de la figura mientras se descansa o duerme. Por las mismas razones, la tela no tejida se utiliza en la producción de muebles tapizados, en los que también contribuye a la comodidad de uso.