Insolvencia entre socios comerciales: cómo prevenirla y cómo actuar
El estancamiento de la economía está afectando a muchas empresas y esto se refleja en el número de quiebras y en cómo estas siguieron aumentando en España a principios de 2024. Como consecuencia, los socios comerciales también pueden acabar viéndose afectados, y es que la situación financiera de estos es de vital importancia para las empresas, con el objetivo de evitar situaciones de insolvencia que puedan poner en peligro nuestra propia estabilidad financiera. Un control periódico sobre los socios evitará sufrir pérdidas potenciales. Descubra aquí qué hacer y cómo mitigar las consecuencias de la insolvencia.
Proceso de insolvencia en España en 2024: ¿qué hacer si nuestros socios o clientes se declaran insolventes?
La quiebra puede afectar a las empresas, y también a sus socios comerciales. Aunque no siempre es posible reconocer desde fuera si la insolvencia es inminente, hay algunos signos previos que lo pueden indicar. Veámoslos a continuación.
Uno de los principales indicadores sería un cambio en el comportamiento de pago. Esto puede observarse, por ejemplo, en las solicitudes de aplazamiento de pago, en el deseo de pagar a plazos o en las condiciones de pago anticipado de los propios créditos del socio comercial. Otros posibles indicadores que nos pueden alertar serían la reducción de la calidad de los bienes entregados o los servicios prestados, compromisos de plazos poco fiables y un aumento de las cancelaciones de personal.
Si se sospecha que existe una situación de insolvencia en una empresa asociada, primero hay que contactar con la dirección para analizar la situación. En caso de confirmarse la sospecha, es importante ponerse también en contacto con el organismo competente en materia de insolvencia rápidamente y recurrir al apoyo jurídico si fuese necesario. Además, puede merecer la pena negociar un pago parcial u otros acuerdos con el administrador concursal.
Para regular la insolvencia en España, existe la Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal, donde a través del concurso de acreedores como herramienta jurídica se gestionan estos escenarios para intentar que haya un pago de las deudas y que la actividad económica no se interrumpa.
Sin embargo, es el propio deudor el que solicitaría este concurso de acreedores y es el responsable de hacerlo en un plazo de dos meses desde que es consciente de su falta de capacidad (presente o futura) para seguir con sus obligaciones económicas. Se entra así en un proceso judicial para llegar a un convenio con los acreedores y de esta manera poder seguir con la actividad económica o, por el contrario, proceder a la disolución. Solicitar este concurso voluntario puede sacar de problemas a muchas empresas en diferentes situaciones. Veámoslo a continuación.
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¿Qué empresas han salido bien paradas de un procedimiento de insolvencia?
Las empresas más grandes y poderosas también son susceptibles de atravesar momentos de dificultad económica e incluso de insolvencia. En este artículo presentamos algunos casos de empresas famosas que entraron en concurso de acreedores pero que consiguieron, con éxito, solucionar su situación de deuda de una manera u otra.
Abengoa
Fue la segunda de mayor deuda en España con más de 6300 millones de pasivo insatisfecho y, a través del concurso voluntario, en 2021 la empresa consiguió salir de la situación.
Real Betis
El caso del Betis, con una deuda de más de 90 millones de euros, fue de los más famosos. El club sevillano consiguió en 2014 reducir la deuda a 20 millones de euros y salir definitivamente del concurso de acreedores en 2019.
Reyal Urbis
A raíz de la crisis de la construcción, la gran empresa constructora Reyal Urbis acabó con más de 4600 millones de deuda. Tras presentarse a concurso voluntario en 2013, la propuesta finalmente fue rechazada en 2017 y se acabó con la liquidación de la empresa. Si bien puede parecer un caso de fracaso empresarial, a veces resulta más positivo dejar de invertir en un proyecto fallido y centrarse en otros mejor encaminados.
Martinsa-Fadesa
Se trató del concurso de acreedores con la deuda más grande en la historia de España hasta la fecha (unos 7000 millones de pasivo insatisfecho) a causa de la crisis del ladrillo. Otra inmobiliaria que acabó de la misma manera que Reyal Urbis, siendo esta solución en realidad la mejor y menos costosa.
Sin duda, solicitar el concurso voluntario de acreedores fue la mejor estrategia por parte de todas estas entidades para solucionar su situación de insolvencia económica y es la mejor opción a seguir en caso de poder prever nuestra propia insolvencia económica o la de nuestros socios comerciales.