Lo que cuenta son las emisiones de Alcance 3

Descarbonizar la cadena de suministro significa reducir las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la producción, el transporte y la distribución de bienes y servicios con el objetivo de evitar en gran medida el CO₂, un gas nocivo para el clima. Sus emisiones dentro de las cadenas de suministro se dividen en tres categorías según el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

  •         Alcance 1: emisiones directas de fuentes propiedad de la empresa o controladas por ella.
  •         Alcance 2: emisiones indirectas procedentes de la generación de recursos contratados,                  como electricidad, vapor, calefacción y refrigeración.
  •         Alcance 3: todas las demás emisiones indirectas que se producen en la cadena de valor de            una empresa.

El Alcance 3 desempeña un papel particularmente importante en la descarbonización de la cadena de suministro. Según el informe global sobre cadenas de suministro de 2020 de Carbon Disclosure Project (CDP), las emisiones de la cadena de suministro son, de media, 11,4 veces superiores a las emisiones operativas de las empresas. Además, según el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, las emisiones de Alcance 3 representan más del 70 % de la huella de carbono de una empresa, y es que si se eliminasen todas las emisiones directas y contratadas, aún quedaría una gran proporción de CO₂ en la cadena de suministro a través del Alcance 3.
Sin embargo, es difícil reducirlo significativamente, ya que las empresas no tienen una influencia directa en él y al mismo tiempo están obligadas por acuerdos internacionales y normativas nacionales a trabajar de forma demostrablemente sostenible. En el mejor de los casos, las empresas alcanzan el llamado "objetivo cero neto", un equilibrio entre la cantidad de gases de efecto invernadero producidos y la cantidad que se elimina de la atmósfera.
 

El camino hacia una estrategia de Alcance 3

La mayoría de las empresas comienzan su descarbonización con las emisiones de Alcance 1 y Alcance 2, ya que están directamente bajo su propio control, aunque esto no significa que la tarea sea fácil. Tales esfuerzos requieren adoptar una nueva perspectiva ante aspectos internos como el consumo de energía, las adquisiciones y la producción, así como la capacidad de gestionar cambios complejos. Además, al hacer más eficientes los procesos internos y reducir el consumo de energía, a menudo es posible alcanzar los objetivos de Alcance 1 y Alcance 2 en los primeros años. No obstante, es cierto que la descarbonización global de la cadena de suministro solo es posible con una reducción significativa de la categoría de Alcance 3. Por ejemplo, hay que revisar y ajustar si es necesario las asociaciones con proveedores y otros participantes en la cadena de valor, encontrar materiales más respetuosos con el medio ambiente y desarrollar productos con una menor huella de carbono.
Esto requiere una estrategia integral de descarbonización de Alcance 3 en la que deben participar todas las partes interesadas de la cadena de suministro, lo cual puede lograrse con las medidas que se enumeran a continuación.
 

Entender las cadenas de suministro

Comprender cómo funcionan las cadenas de suministro es el primer paso y también el más importante. De lo contrario, las empresas no podrían fijar objetivos realistas ni comunicar sus necesidades a los proveedores. La clave de esto son los datos. Las empresas deben recopilar, rastrear, gestionar y procesar estos datos tanto a nivel interno como de sus grupos de interés, ya que mediante este análisis es posible determinar la huella de CO₂ de la cadena de suministro.
A falta de herramientas digitales, esto suele requerir una gran cantidad de recursos financieros y humanos, por lo que puede ser aconsejable recurrir a empresas externas.
 

Fijar objetivos

La huella de carbono puede usarse para determinar objetivos realistas en cuanto a las emisiones de la empresa y sus proveedores, y muchas organizaciones utilizan para ello el marco proporcionado por Science Based Targets.
 


Integración de proveedores

La descarbonización de la cadena de suministro solamente funcionará si los proveedores participan en todo el proceso como socios. En este sentido, suele ser útil disponer de un sistema de clasificación: las empresas pueden especificar normas de emisión y clasificar a sus proveedores en diferentes niveles de desarrollo que se revisan anualmente. Este método es muy directo y eficaz para vincular las medidas de reducción de CO₂ con las decisiones de contratación.
Por otra parte, esta colaboración permite desarrollar y aplicar prácticas sostenibles que van más allá del mero cumplimiento de las normas. Cuando se comparten los objetivos de sostenibilidad, los proveedores suelen convertirse en socios integrales en el desarrollo de soluciones, procesos y materiales innovadores.
 

Descarbonización de la cadena de suministro: perspectivas para el futuro

La descarbonización de la cadena de suministro sigue planteando algunos retos, como la dificultad de llegar a un consenso con los proveedores sobre la reducción de CO₂ o que la recopilación de datos pueda resultar problemática sin apoyo externo o un sistema de gestión digital interno.

Sin embargo, este esfuerzo se ve compensado con importantes ventajas: al comprometerse a descarbonizar sus cadenas de suministro, las empresas pueden posicionarse como respetuosas con el medio ambiente y obtener una ventaja competitiva en el mercado. Es verdad que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero suele requerir la optimización de las rutas de transporte, el aumento de la eficiencia energética y el uso de fuentes de energía renovables, pero estas medidas no solo reducen las emisiones de CO₂, sino que también conllevan menores costes operativos.

Aparte de las directrices y leyes de obligado cumplimiento, es probable que estas ventajas promuevan la descarbonización de las cadenas de suministro en el futuro y la conviertan en un objetivo empresarial clave.