El caso de España

Según la OCU, los precios de droguería y alimentos en nuestro país habrían subido hasta un 38 % en los últimos tres años (2020-2023). Además, señala que los tres alimentos que más habrían sufrido el incremento son el aceite de oliva (+225 %), el azúcar blanco (+91 %) y el zumo de naranja (+81 %), seguidos por los huevos (docena de tamaño M, +67 %), el arroz redondo (1 kg +66 %), las zanahorias (1 kg+65 %), el yogur natural (pack 4 x 125 g +58 %), las rodajas de salmón (1 kg +56 %), los macarrones (500 g +55 %), la barra helado (1 l +55 %) y la leche entera (brick 1 l +53 %).

La inflación se convirtió en un tema central para los españoles en el pasado 2023 (y lo sigue siendo para muchos en 2024), donde se alcanzaron números récord que se tradujeron en cestas de la compra mucho más pequeñas y en el consumo de más marca blanca.

 

¿Qué expectativas se tienen en 2024?

Para el sector de la alimentación europeo, 2023 fue un año complicado en el que los consumidores de diferentes países tuvieron que apretarse el cinturón. Esta situación provocó que hubiese un crecimiento inferior de la industria respecto a la inflación, donde esta fue del 12,8 % en los precios de los alimentos, mientras que las ventas de comestibles crecieron a un ritmo de solo el 8,6 %. Por su parte, los comercios con descuentos y marcas blancas fueron los que más se beneficiaron de esta situación de mercado en Europa durante 2023.
 


El escenario en España para 2024 se prevé favorable. Los datos publicados por el INE reflejan la moderación del precio de los alimentos, que bajarán más de dos puntos hasta situarse en el 5,3 % interanual, la tasa más baja desde enero del 2022 y antes del comienzo de la guerra de Ucrania. Por su parte, un año 2023 de altos precios nos deja un perfil conservador en el consumidor nacional, donde una mayoría sigue siendo sensible a los precios y llena poco la cesta de la compra.

A nivel europeo, las recientes noticias positivas sobre la caída de la inflación alimentaria no significan el fin de los precios altos, pero hay síntomas de recuperación. Y es que, a pesar de la existencia de factores de riesgo, no podemos negar la bajada de la inflación tanto en España como en el resto de la Unión Europea. Alemania, por ejemplo, confirma que en marzo la inflación llegó a ser del 2,2 %, tres décimas menor que en febrero y su puntuación más baja desde 2021.