Gestión de la cadena de suministro: definición
En resumen, la gestión de la cadena de suministro (SCM) garantiza que las empresas puedan entregar sus productos cuando los clientes lo deseen y donde lo deseen. Se encarga de organizar el flujo de mercancías y servicios, tiene en cuenta todos los procesos que transforman las materias primas en productos finales, y se ocupa de entregarlos en el destino correspondiente.
Mediante una buena gestión de la cadena de suministro, las empresas pueden reducir el exceso de costes y transportar productos con rapidez y eficacia. Los gerentes de la cadena de suministro son responsables de controlar los procesos en general y de evitar cuellos de botella en el suministro. Para ello necesitan desarrollar estrategias de cadena de suministro, adquirir materias primas y organizar la producción, la distribución y las devoluciones, entre otros muchos procesos. Lo ideal es que esta gestión se haga mediante sistemas informáticos adecuados, que integren de forma centralizada todos los pasos de la cadena de suministro, así como a todas las partes interesadas.
¿Qué es una cadena de suministro Lean?
Una cadena de suministro Lean o ajustada se concentra en producir grandes volúmenes a bajo coste. Aquí, el foco se centra en el valor añadido para los clientes. Y esto significa ajustar todos los procesos en aras de la eficiencia, así como evitar todo aquello que sea superfluo. Por ejemplo, se adquieren materias primas justo a tiempo y se aprovecha al máximo la capacidad de almacenamiento.
Este modelo de cadena de suministro se centra en la fiabilidad y previsibilidad más que en la flexibilidad y la capacidad de adaptación. La producción se planifica con meses e incluso años de antelación, en lugar de adaptarse a los constantes cambios del mercado. Este planteamiento a largo plazo permite reducir los costes al máximo para grandes cantidades de mercancías.
El modelo de cadena de suministro Lean es el más adecuado en estas circumstancias:
- Tipo de producto: funcional, duradero
- Demanda de productos: previsible, constante
- Vida útil del producto: larga
- Factor impulsor del consumo: rentabilidad
¿Qué es una cadena de suministro Agile?
El modelo de cadena de suministro Agile o ágil responde con rapidez a los cambios que se producen en la demanda, en las preferencias de los clientes y en el sector. Este modelo se desarrolló para hacer frente a la imprevisibilidad del mercado mediante el llamado «aplazamiento». Así, una cadena de suministro ágil espera a saber cuánta demanda hay antes de producir el producto final. Es decir, responde directamente al interés de compra en lugar de predecirlo. Sin embargo, sigue siendo necesario hacer ciertas predicciones sobre el mercado porque las partes del producto deben producirse con antelación para que el proceso de finalización sea rápido y eficiente.
El modelo de cadena de suministro Agile suele emplearse para productos con ciclos de vida cortos o para elementos que se pueden adaptar. Para ello es necesario que se den asociaciones e interacciones sólidas entre las partes interesadas. Si los proveedores no colaboran entre sí y con el mercado, los productos no se producen con la rapidez y eficiencia que requiere la cadena de suministro ágil. Por lo general tiene costes de almacenamiento más bajos porque no precisa inventarios significativos para satisfacer la demanda.
El modelo de cadena de suministro ágil tiene sentido en estos casos.
- Tipo de producto: de tendencia, rápido
- Demanda de productos: basada en el mercado, volátil
- Vida útil del producto: corta
- Factor impulsor del consumo: orientado a la demanda
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¿Qué modelo es mejor?
En el acelerado y globalizado mercado actual muchas empresas se decantan por la agilidad de la cadena de suministro Agile. Sus ventajas son la flexibilidad en cuanto a la mano de obra y a los activos, la gestión de riesgos, la colocación de inventarios y la integración de la planificación. No obstante, este modelo puede provocar altos niveles de residuos y provocar la subida de precios de determinados productos. No es, por tanto, la solución perfecta.
De hecho, muchas empresas están llegando a la conclusión de que necesitan un modelo híbrido Lean/Agile con el fin de alcanzar un funcionamiento más fluido. Esta «estrategia híbrida de cadena de suministro» es capaz de personalizar pequeñas cantidades fabricando ciertas piezas por adelantado. De este modo, se logra un equilibrio entre las previsiones y los datos en tiempo real, lo cual equilibra también el nivel de riesgo en general.
Tenga en cuenta estas preguntas para determinar qué estrategia de cadena de suministro es mejor para su empresa:
- ¿Qué productos fabrica? ¿En qué medida se mantienen constantes las ventas de estos productos en todo el sector?
- ¿A quién va dirigido? ¿Qué hábitos de consumo tienen?
- ¿Cuál es la demanda actual de su producto? ¿Cambiará y fluctuará la demanda rápidamente?
- ¿A qué velocidad cambia su mercado meta?
- ¿Cómo afectarán las fluctuaciones económicas a su producto, a sus consumidores y a los hábitos de gasto de su sector?
- ¿Cómo es su cadena de suministro?
- ¿Cómo trabajan sus socios de la cadena de suministro?
Conclusión: no hay una solución que se ajuste a todas las empresas. Debe analizar su producto, sus clientes, su marca y sus socios para desarrollar la estrategia de cadena de suministro que su empresa necesita.