¿En qué consiste la logística del comercio electrónico?

La logística del comercio electrónico abarca todos los procesos de la cadena logística en el sector de la venta minorista en línea. Esto incluye la recepción, la inspección y el almacenamiento de mercancías, la alimentación del sistema de gestión de mercancías, la recogida de pedidos, la salida de mercancías, la preparación de envíos, el envío, el seguimiento de los envíos, las devoluciones en caso necesario y la administración de todo el proceso.
 

Aumento de las cifras de ventas en el comercio electrónico

El buen funcionamiento de la logística del comercio electrónico es cada vez más importante, ya que la facturación que suponen los pedidos en línea no deja de crecer año tras año. En 2022, el comercio electrónico superó en España los 72 000 millones de euros, un 25 % más que el año anterior (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia).

Este crecimiento se hace evidente si observamos las cifras de años anteriores. Por ejemplo, en 2017, la facturación total fue alrededor de 27 millones de euros, es decir, más de un 62 % menos que en 2022. Si observamos los sectores de actividad con mayores ingresos, en el cuarto trimestre de 2022 destacan las agencias de viajes y operadores turísticos, con el 7 % de la facturación total; las prendas de vestir, con el 6,9 % y el transporte aéreo, en tercer lugar, con el 5 %. Además, en este período, se registraron más de 375 millones de transacciones, un 12,4 % más. Todos estos números seguirán creciendo en los próximos trimestres, por lo que la logística desempeña un papel crucial en el presente y el futuro del comercio electrónico.
 

Retos y soluciones logísticas en el comercio electrónico

El creciente número de pedidos plantea numerosos retos a la logística del comercio electrónico. Las mercancías deben estar disponibles de inmediato y no generar costes de almacenamiento innecesarios. La entrega debe ser rápida y fiable y, al mismo tiempo, las posibles devoluciones deben tramitarse con agilidad y eficacia. En este sentido, resulta esencial mantener una visión general de los pedidos y los niveles de existencias. Además, los operadores de tiendas en línea también deben atender las consultas de los clientes de forma rápida y satisfactoria.

La primera cuestión es la estrategia logística básica:

  • Las tiendas en línea pueden gestionar por sí mismas todas las necesidades, es decir, ocuparse de todos los segmentos de la cadena de suministro de forma independiente. Esta opción resulta especialmente interesante para las tiendas en línea más pequeñas cuando los operadores pueden mantener fácilmente una visión de conjunto. De este modo, el margen de beneficios es mayor, ya que no se pagan comisiones a los socios.
  • La cooperación con socios transportistas permite aliviar la carga de la entrega de mercancías. De este modo, se ahorran distancias de viaje, así como costes de vehículos, de medios operativos y de personal. Sin embargo, como el servicio de paquetería también obtiene ingresos, el margen de beneficios se reduce.
  • Asimismo, mediante la contratación de proveedores de servicios de fulfillment se externaliza casi todo el proceso logístico. En este caso, los proveedores externos no solo se encargan de los envíos, sino también del almacenamiento, la preparación de pedidos y las devoluciones. De este modo, además de asumir los costes de este servicio, los operadores de tiendas en línea también renuncian a cierto control sobre su negocio. Si la cadena de suministro no funciona satisfactoriamente, el rendimiento de la tienda en línea o las ventas en los marketplaces suelen verse afectadas.
     

Particularidades de la logística del comercio electrónico B2B

El comercio electrónico en el segmento B2B presenta muchas diferencias con respecto al segmento B2C. En este sentido, existen ciertos procesos dentro de la cadena logística que son más relevantes en el negocio del cliente empresarial que en el del cliente final. Podemos destacar los siguientes:

  •  Las transacciones B2B suelen implicar grandes cantidades de pedidos y/o mayores volúmenes de mercancías. Según diversas encuestas, el valor medio de los pedidos en el mercado B2B es unas siete veces superior al del mercado B2C. No obstante, el número de pedidos sí suele ser inferior al del segmento B2C. Por lo tanto, los movimientos de mercancías en el almacén y las actividades de preparación de pedidos son menores, pero pueden requerir más tiempo, ya que las cantidades de los pedidos son mayores y es necesario llevar a cabo trabajos adicionales, como el premontaje o el embalaje de las mercancías.
  • Los compradores B2B le dan más importancia a las condiciones de entrega y servicio, puesto que sus propios procesos empresariales dependen en gran medida de la fluidez del proceso. Así pues, es aún más importante acompañar al comprador en cada paso, aunque la compra ya se haya formalizado.
  •  En los pedidos grandes, que son habituales en B2B, los plazos de entrega suelen pesar menos que los gastos de envío. Aunque el consumidor particular espera recibir la mercancía en pocos días, en el B2B no es nada extraño que los plazos de entrega sean de varias semanas. Por lo tanto, hay que hacer más hincapié en la seguridad y la rentabilidad del transporte que en su rapidez.